CIERVO IBÉRICO Cervus elaphus hispanicus
Descripción.
También conocido como venao o ciervo ibérico, es el mayor de los herbívoros silvestres que habitan en la península. Esta especie presenta un claro dimorfismo sexual; mientras que los machos presentan un tamaño de unos 160-220 cm de longitud y pueden llegar hasta los 200 kg de peso, las hembras son algo más pequeñas y menos corpulentas.
Alimentación.
Una vez superada la lactación, el ciervo es herbívoro, siendo un claro ramoneador de arbustos y árboles, tales como jaras, romeros y encinas, comiendo también importantes cantidades de pasto, cereales y frutos dependiendo de la estación del año.
Reproducción.
Los machos alcanzan la madurez sexual a los 2 o 3 años de edad, mientras que las hembras, a los 2 años. El ciervo es poligínico ya que un macho reúne un grupo de hembras durante el celo e intenta que otros machos no copulen con ellas. El celo de esta especie tiene lugar entre los meses de septiembre y octubre. Durante este tiempo, los machos emiten un sonido característico denominado berrea.
Las hembras, tras 235 días de gestación, paren uno o, muy rara vez, dos cevatillos en los meses de mayo-junio.
Cuerna
Los machos desarrollan a partir del primer año cuernas óseas que renuevan todos los años, en cambio, las hembras carecen de ellas. Las utilizan en las luchas que tienen lugar durante el período de celo. Están formadas por un tronco central que se ramifican en puntas: la primera, la más próxima a la cabeza, se denomina luchadera, la de más arriba, contraluchadera, la tercera punta, candil, y un número variable de puntas en la parte superior, denominada corona.
Durante los meses de marzo y abril se produce el desmogue. Durante este tiempo los ciervos pierden sus cuernas para desarrollar otras nuevas. En junio ya muestran la nueva cuerna cubierta de una capa aterciopelada que van perdiendo cuando se frotan contra el tronco de los árboles y cuando llega el final del verano, su cornamenta ya está preparada para la época de la berrea.